Jack y la habichuela mágica



Ojos de susto al oír las aventuras de Jack y el ogro, ojos de asombro al oír que las habichuelas podíamos sembrarlas, ojos de emoción al poner los frijolitos y recitar la fórmula mágica, ojos de felicidad cuando se lo llevaron a su casa y lo vieron crecer.

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